Si te gusta el buen marisco y, en especial, las navajas gallegas, esta podría ser tu receta. Facilísima, rápida de hacer y muy, muy rica.

Es tan fácil que hasta los ingredientes son pocos: navajas frescas, 2 – 3 dientes de ajo, aove, vino blanco y perejil fresco.

Antes de cocinar deberás colocar en un bol profundo las navajas con agua salada para que suelten toda la arenilla que puedan tener, y deben estar en remojo unos 30 minutos aproximadamente.

Mientras pica los dientes de ajo, muy muy finos y pon aceite de oliva virgen extra en la sartén a fuego medio. Cuando el aceite este caliente ya puedes echar el ajo para que se vaya dorando.

Retira el agua de las navajas, asegúrate de que no hay rastro de arenilla y échalas en la sartén junto con el ajo hasta que se hayan abierto completamente. En ese momento vierte un chorrito de vino blanco y espera a que el alcohol desaparezca y se reduzca. Echa después el perejil fresco y remuévelo todo.

Y ya tendrías hechas tus navajas gallegas al ajillo con vino blanco. Un plato perfecto como aperitivo y entrante. ¡Qué aproveche!