¿Sabes qué es un trampantojo? Se trata de una ilusión óptica o trampa donde se nos “engaña” haciéndonos creer que vemos algo distinto a lo que en realidad es. Esto en cocina se ha ido extendiendo donde se recrean todo tipo de objetos y otros alimentos con sabores variopintos.
Esta vez te traemos uno fácil de hacer y sorprendente: el rape alangostado. Pero ¿por qué esta mezcla? Pues porque ambos guardan semejanza en textura y aspecto. Es un plato fácil de hacer y muy curioso, perfecto para sorprender a tus comensales en los entrantes previos a una comida.
Lo que vamos a recrear es una cola de langosta gracias a la cola del rape. Para esto se necesitan pocos ingredientes:
- Una cola de rape
- Pimentón
- Agua
- Sal
- Utensilio imprescindible: hilo de cocina o también conocido como hilo bramante.
Lo primero de todo es separar las dos partes de la cola de rape retirando el hueso central, a no ser que pidas esta tarea a tu pescadería de confianza cuando realices la compra. Por cierto, no tires el hueso, es idóneo para fumet para arroces, por ejemplo. ¡Aprovéchalo!
Con el hilo de cocina vamos a juntar ambas partes de la cola alrededor de ellas simulando nuestra cola de langosta. La cuerda nos ayuda a dar forma y a simular los pliegues de la cola.
Una vez hecha la cola, echamos pimentón para simular el color rojizo del exterior de la carne de la langosta. Mientras, debes poner un cazo de agua al fuego con la sal y cuando llegue a ebullición cocer la cola de rape durante 5 minutos. Si lo prefieres, en vez de cocer, puedes pasar y dorar la cola por la plancha o por el horno.
Cuando la cola de rape ya esté hecha. Retiramos el hilo de cocina de la carne y podemos volver a echarle pimentón si queremos que coja un poco más de color. Cuando ya no esté caliente, corta en rodajas y deja enfriar en la nevera 15 o 20 minutos.
Tras estos minutos, ya puedes emplatar y sorprender a tus comensales con esta cola de rape alangostado a modo de trampantojo. Te aconsejamos que acompañes este plato con salsa rosa.
¡Qué aproveche!