Seguro que te ha pasado en la pescadería: ves dos pescados muy parecidos, planos, con pinta de ser casi lo mismo… y entonces llega la duda. ¿Es lenguado o es lenguadina? Aunque parezcan primos hermanos, lo cierto es que hay diferencias importantes.
Así que si quieres saber bien cuál elegir para tus platos, y no acabar llevándote uno pensando que es el otro, aquí tienes la información que necesitas sobre la diferencia entre lenguado y lenguadina. Y ya de paso, alguna idea para lucirte en la cocina.
El sabor está entre sus principales diferencias
Lo primero que salta a la vista (o más bien al gusto) es que el sabor no tiene nada que ver. El lenguado es todo un clásico: delicado, sabroso y con una textura suave que se deshace casi sin masticar. Perfecto para hacerlo al horno, a la plancha o simplemente con un poco de limón. Es un pescado que no necesita florituras para brillar.
En cambio, la lenguadina tiene un sabor más suave, más neutro. No está nada mal, pero no tiene ese toque tan fino que tiene el lenguado. Eso sí, al tener una carne más firme, aguanta mejor en guisos y recetas más movidas. Ideal si no quieres que se deshaga mientras cocinas.
Y si te fijas bien, también hay truco para diferenciarlos a simple vista. El lenguado suele tener una forma más alargada y regular, mientras que la lenguadina es más pequeña y su piel presenta una tonalidad más oscura, con manchitas que la delatan. Además, el color del lenguado es más claro y uniforme, lo que lo hace más reconocible. Y sí, el precio también es una pista clara: el lenguado, por lo general, cuesta más.
Características y beneficios del Lenguado

El lenguado es de esos pescados que nunca fallan. Es blanco, bajo en grasa, fácil de digerir y tiene una carne muy tierna. A nivel nutricional, es una joyita:
- Aporta proteínas de calidad.
- Es rico en vitaminas del grupo B (como la B12, importantísima para el sistema nervioso).
- Tiene minerales como el fósforo y el magnesio, que vienen genial para los huesos y los músculos.
¿Lo mejor? Su versatilidad. Lo puedes preparar de mil formas: al horno con unas patatas panaderas; a la plancha con un chorrito de limón; rebozado, como lo hacía tu abuela.
Y si buscas algo especial, el lenguado del cabo es muy apreciado por su sabor más intenso. Viene del Atlántico Sur y está muy bien valorado, aunque también tienes lenguado nacional de criadero que da muy buen resultado.
Características y beneficios de la Lenguadina

La lenguadina no se queda atrás, sobre todo si estás buscando una opción más económica. Aunque no tenga ese punto gourmet del lenguado, sigue siendo un pescado blanco muy apañado y con buenos valores nutricionales:
- También es rica en proteínas.
- Aporta magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B.
- Tiene menos grasa y es fácil de digerir.
Lo bueno de la lenguadina es que su carne más firme aguanta genial en preparaciones con más movimiento, como:
- Guisos de pescado con verduritas.
- Sopas marineras.
- Cazuelas al horno con salsita.
Y como su sabor es más neutro, se adapta muy bien a los condimentos. Le pongas lo que le pongas, ella lo acompaña sin robar protagonismo.

En resumen, la diferencia entre lenguado y lenguadina está en el sabor, la textura, la apariencia y el uso que quieras darle en la cocina. Si quieres quedar como un chef, vete a por el lenguado. Pero si buscas algo práctico, rico y más económico para el día a día, la lenguadina es una mejor opción.
Ambos son pescados estupendos, que forman parte de lo mejor de la despensa del mar en España. Así que la próxima vez que vengas a la pescadería, ya no habrá duda. Pregunta, compara, y elige con criterio. Tu paladar —y tu bolsillo— te lo agradecerán.