Hoy traemos un marisco de la familia de los moluscos que no suele verse tan a menudo. Nos referimos a las cañaíllas o también conocidas como caracolas de mar. Muy conocidas en la costa andaluza y, más concretamente, en Cádiz.
Este marisco se sirve ya cocido y con un poco de limón, pero como todos los mariscos, tiene su cocción perfecta que vamos a detallar aquí.
Lo primero y mas importante es la limpieza de las cañaíllas ya que suelen tener mucha arena. Este procedimiento es como si limpiásemos cualquier otro molusco: meterlas en agua durante 3 o 4 horas con sal e ir cambiando el agua sucesivamente hasta que ésta salga limpia y sin impurezas y rematamos la tarea con un enjuague final.
Para la primera cocción de las cañaíllas necesitas saber que por cada litro de agua se deben echar 70 gramos de sal gorda. Sabiendo esa medida, echa el marisco a una olla, cúbrelas con agua y echa la sal en proporción a la medida anterior. Estarán en la olla 10 minutos desde que rompe a hervir el agua.
Antes de que la cocción, coge un bol para echar agua, mucha sal y hielo, para que cuando pasen los 10 minutos, con ayuda de una espátula, pases el marisco de la olla al bol con el agua fría para parar la cocción. Así la carne será más fácil de sacar.
Tras esto tan solo hay que emplatar y acompañar con rodajas de limón para quien lo deseé. ¿Qué como se comen las cañaíllas? Con ayuda de un tenedor o un palillo para extraer la carne de su interior. Desecha la parte del principio que es muy dura y no comestible y también la parte más oscura del final.
¡Qué aproveche!