Hay días en los que apetece algo sencillo pero con carácter, algo que te haga salivar nada más empezar a prepararlo. Para eso están los mejillones al ajillo. No hay complicación, no hay prisas: solo producto fresco, un buen aceite y el aroma del ajo dorándose que ya lo dice todo. Las recetas de mejillones al ajillo tienen ese don de reunirnos alrededor de la mesa sin más excusas que disfrutar del momento. Hoy te contamos cómo hacerlos en casa, como se ha hecho toda la vida.
Ingredientes para 4 personas
- 1 kg de mejillones frescos gallegos (encontrarás los mejores en nuestra tienda de mariscos frescos)
- 4 dientes de ajo
- 1 guindilla seca (si te va el toque picante)
- Un buen chorro de aceite de oliva virgen extra
- Zumo de medio limón
- Un puñado de perejil fresco
- Sal al gusto

Paso a paso, sin prisas
- Limpia los mejillones: raspa bien las conchas bajo el grifo y quita las barbas. Si alguno está roto o huele mal, directo a la basura.
- En una cazuela amplia, calienta el aceite a fuego medio. Añade el ajo laminado y la guindilla. Vigila que no se queme: buscamos dorado, no amargor.
- Incorpora los mejillones y sube el fuego. Da unas vueltas con cuchara de madera para que se impregnen del aceite.
- Tapa y deja que se abran al vapor. En unos 3-5 minutos estarán listos. Los que no se abran, ni lo intentes: mejor descartarlos.
- Añade el zumo de limón y espolvorea el perejil. Remueve un poco más. Sirve caliente, con todo el jugo que han soltado.
¿Cuál es la mejor manera de cocinar los mejillones?
El vapor es tu aliado. Respeta el producto: nada de cocerlos como si fueran patatas. Con el calor justo, se abren, sueltan su propio caldo y conservan ese sabor marino que los hace únicos. El ajo y el aceite sólo están ahí para acompañar, no para cubrir.

¿Cuánto colesterol tienen los mejillones?
Pues unos 50 mg por cada 100 gramos, lo cual no es ninguna barbaridad. Lo importante aquí es que también aportan ácidos grasos omega-3, que ayudan precisamente a equilibrar los niveles de colesterol en sangre. Así que, salvo que tu médico diga otra cosa, los mejillones no son tus enemigos.
¿Es saludable comer mejillones?
Mucho. Estás ante un alimento rico en proteínas, bajo en grasa, y lleno de minerales como el hierro, el zinc y el yodo. También aportan vitamina B12 y otros nutrientes que vienen genial para el sistema nervioso, las defensas y hasta el estado de ánimo. Son ideales si buscas una dieta sabrosa sin renunciar a lo saludable.

¿Cuándo no se deben comer mejillones?
Cuando no estén frescos, punto. Si huelen raro, están abiertos antes de cocinarlos y no se cierran, o después de la cocción siguen cerrados, no te la juegues. Además, aunque hoy día hay controles estrictos, conviene evitar consumir mejillones durante episodios de marea roja. Siempre es mejor comprar en sitios de confianza como Pescadería Palacio.
¿Con qué los acompañamos?
Con pan, mucho pan. Porque el caldito que queda en la cazuela es puro oro. También van muy bien con una copa de Albariño bien frío, o incluso una cerveza artesanal si te va más ese rollo. ¿Y como guarnición? Una ensalada crujiente, un poco de arroz blanco o unas patatas asadas al horno funcionan de maravilla.
Cocinar bien no es complicado: solo hace falta buen producto
No necesitas técnicas complicadas ni ingredientes raros. Solo buenos mejillones, un aceite honesto, y el cariño de siempre en la cocina. ¿Te animas? Encuentra los mejores mejillones frescos gallegos en nuestra tienda online y disfruta del sabor del mar con toda la autenticidad. Cómpralos aquí.