Los bígaros cocidos en su punto perfecto son una ideal maravillosa para proponer como aperitivo o entrante para compartir.
Este marisco pertenece a la familia de los moluscos, pues viven agarrados a piedras y rocas. Se alimenta de algas, lo que le da un sabor marino intenso. Para cocerlos tan solo vas a necesitar sal gorda y 2 o 3 hojas de laurel. La proporción suele ser 70gr de sal gruesa por litro de agua.
Lo primero de todo es limpiarlos para eliminar todos los restos de arena u otras impurezas que puedan tener. Ayúdate de un colador para colocarlos debajo del grifo de agua y darles el primer baño. Después llena un plato hondo o un bol con agua y mucha sal. Échalos dentro para dejarlos en remojo unos 15 o 20 minutos.
Pasado ese tiempo, retira el agua y vuelve a pasarlos por debajo del grifo para retirar lo último que pueda quedar y así asegurarnos de que queden bien limpios.
Una vez limpios, pon en el fuego una cacerola con al menos 3 litros de agua, sal gorda y las hojas de laurel. Cuando el agua rompa a hervir, echa en la olla los bígaros. Espera que el agua vuelva a hervir y déjalos 5 minutos. Después, retíralos. Al igual que los percebes, es recomendable comerlos tras la cocción, pero si vas a demorarte en ello, tápalos con un paño. Aunque en frío también se pueden comer perfectamente.
¡Qué aproveche!