Pescado gallo

Gallos a la andaluza: sencillez sureña con toque saludable

El gallo es uno de esos pescados que conquista por su textura delicada y sabor suave. Ideal para cenas ligeras o para los más pequeños de la casa, su carne blanca lo convierte en un imprescindible en la cocina mediterránea. Hoy te proponemos una receta muy andaluza: gallos rebozados y fritos en aceite de oliva virgen extra, con un acabado crujiente irresistible.

Aunque es un plato tradicional, puedes darle un enfoque más actual si eliges bien el acompañamiento y la técnica. Aquí te contamos cómo prepararlo paso a paso.

Cómo preparar gallos a la andaluza con el toque justo de tradición y frescura

Crujientes por fuera, jugosos por dentro y con ese sabor que recuerda a la cocina de casa. Vamos a ver cómo hacerlo sin complicaciones.

Ingredientes (para 2-3 personas)

  • 3 gallos de ración, limpios y sin cabeza (unos 800 g en total)
  • 100 g de harina de trigo (o de garbanzo para versión sin gluten)
  • 2 huevos (opcional, si quieres un rebozado más suave)
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva virgen extra para freír
  • 1 limón (para servir)

Puedes encontrar gallos de ración frescos de excelente calidad en nuestra tienda online.

Preparación paso a paso

  1. Seca bien los gallos con papel de cocina y añade sal por ambos lados.
  2. Pásalos por harina. Si prefieres un rebozado más tierno, pásalos primero por huevo batido y luego por la harina.
  3. Calienta aceite de oliva en una sartén amplia a fuego medio-alto.
  4. Fríe los gallos unos 2-3 minutos por cada lado, hasta que estén dorados.
  5. Retira y deja escurrir sobre papel absorbente.
  6. Sirve caliente, con unas gotas de limón para potenciar el sabor.

Ideas de acompañamiento

Para un plato completo y equilibrado, lo ideal es incorporar vegetales frescos o cocinados con poca grasa. Una ensalada de rúcula con aguacate y tomate cherry combina muy bien por su frescura y textura. También puedes optar por espárragos trigueros a la plancha o un salteado ligero de verduras de temporada. Si buscas una opción más saciante, unas patatas cocidas o al vapor con un chorrito de aceite de oliva virgen extra son una elección acertada.

Maridaje

Este plato se disfruta aún más con un vino blanco joven y afrutado. Un Albariño gallego o un Verdejo de Rueda armonizan perfectamente con la ligereza del gallo y el punto crujiente del rebozado. Si prefieres cerveza, una rubia suave tipo lager será un acierto.

¿El gallo es pescado blanco o azul?

El gallo es un pescado blanco, lo que significa que contiene un porcentaje muy bajo de grasa, generalmente inferior al 2%. Esto lo convierte en un alimento ideal para dietas hipocalóricas, digestiones ligeras o menús infantiles. Su carne, de textura delicada y sabor suave, es muy versátil en la cocina y admite técnicas como la plancha, el horno o el rebozado, como en esta receta.

Valor nutricional del gallo

Además de su bajo contenido graso, el gallo destaca por ser una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico, esenciales para el mantenimiento muscular. Aporta vitaminas del grupo B, especialmente B12 y B6, que favorecen el sistema nervioso, así como minerales como fósforo, selenio y potasio. Todo ello con un aporte calórico muy moderado: en torno a 80 kcal por cada 100 gramos de carne limpia, sin piel ni espinas.

Este perfil nutricional lo convierte en una excelente elección para quienes buscan una alimentación equilibrada, saludable y rica en nutrientes sin renunciar al sabor.

¿Te animas a probarlo?

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¡Qué aproveche!


Preguntas frecuentes

¿Qué tipo de gallo se usa para esta receta?

Usamos gallo fresco de ración, ideal para freír por su tamaño y textura. Puedes encontrarlo en nuestra tienda online.

¿Puedo hacer esta receta con gallo congelado?

Sí, también puedes usar gallo congelado. Solo recuerda dejarlo descongelar por completo y secarlo bien con papel de cocina antes de pasarlo por harina y freírlo. Así conseguirás ese toque crujiente tan rico.

¿Se pueden hacer al horno en lugar de fritos?

Sí, puedes hornearlos a 200 ºC durante 15-18 minutos, pero puede que pierdan la textura crujiente. Úntalos con un poco de aceite para que doren bien.

¿Qué aceite es mejor para freír pescado?

El aceite de oliva suave o de girasol alto oleico son ideales por su punto de humo y sabor neutro. Recuerda no reutilizarlo más de una o dos veces.

¿Son aptos para niños?

Totalmente. Solo ten cuidado con las espinas si cocinas el gallo entero. Si prefieres, puedes pedir filetes de gallo ya limpios.