El lenguado es uno de esos pescados que no necesitan presentación. De carne blanca, delicada y con un sabor limpio, admite muchas preparaciones, pero a la brasa… es otra historia. El fuego directo le aporta un toque ahumado irresistible, manteniendo su jugosidad y respetando su sabor natural.
En esta receta te contamos cómo preparar lenguado a la brasa paso a paso, qué tener en cuenta para que no se pegue y cómo acompañarlo para convertir una comida sencilla en un auténtico festín. Encuentra lenguado fresco en nuestra sección de pescados frescos online.
Paso a paso para un lenguado a la brasa jugoso y lleno de sabor
No necesitas mucho más que buen producto, fuego controlado y un par de trucos para que esta receta salga redonda. Aquí te lo contamos todo:
Ingredientes (para 2 personas)
- 2 lenguados frescos, limpios pero con piel (unos 300-400 g cada uno)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal marina gruesa
- 1 limón
- Opcional: unas ramitas de perejil fresco o tomillo para aromatizar.
Cómo hacerlo
- Prepara la brasa o parrilla. Ya sea carbón, leña o una plancha de gas, lo importante es que esté bien caliente antes de colocar el pescado. Si usas parrilla, engrásala ligeramente para evitar que se pegue.
- Seca el pescado. Seca los lenguados con papel de cocina. No los embadurnes de aceite aún, mejor justo antes de ponerlos en la parrilla.
- A la brasa, sin miedo. Coloca el lenguado sobre la parrilla caliente, primero por el lado oscuro. Deja que se dore sin moverlo durante unos 4-5 minutos, dependiendo del tamaño.
- Dale la vuelta con cuidado. Usa una espátula ancha o unas pinzas. Cocina el otro lado unos 3-4 minutos más.
- Termina con sabor. Retíralo, añade un chorrito de buen aceite de oliva y unas escamas de sal. Unas gotas de limón fresco justo antes de servir resaltarán su sabor.

Consejos útiles
- ¿Con piel o sin piel? Siempre con piel para hacer a la brasa. Protege la carne y da ese crujiente que buscamos.
- ¿Se puede hacer en parrilla eléctrica o plancha? Sí, sin problema. Solo asegúrate de que esté bien caliente y limpia.
- ¿Cómo saber si está en su punto? La carne debe despegarse fácilmente de la espina y mantenerse jugosa.
¿Con qué lo acompaño?
Este plato es ligero y lleno de sabor, así que lo ideal es seguir esa línea. Algunas ideas:
- Verduras a la brasa (espárragos, calabacín, cebolla roja)
- Patatas al vapor con aceite y perejil
- Ensalada de hojas verdes con vinagreta suave
- Un vino blanco seco, como un Albariño, Verdejo o un Chardonnay sin madera.
Un pescado que lo tiene todo
El lenguado es de esos pescados que siempre quedan bien. No necesita adornos ni grandes elaboraciones: su textura firme y su sabor suave lo hacen perfecto para cocinarlo a la brasa y dejar que se luzca solo. Y si además es fresco de verdad, como el que trabajamos en Pescadería Palacio, la diferencia se nota.
Es un pescado muy digestivo, bajo en grasa y lleno de buenas proteínas, lo que lo hace ideal para quienes buscan comer sano sin complicarse. También es una excelente opción para los más pequeños o para quienes no son muy fans del pescado fuerte: el lenguado entra fácil y sienta bien.
¿Un dato curioso? Es uno de los pescados más bien tolerados por quienes tienen digestiones delicadas o están empezando a incorporar pescado a su dieta. Cocinado a la brasa, se mantiene jugoso por dentro y con una ligera capa exterior crujiente que lo hace aún más apetecible.
Si buscas un plato que luzca bien, se cocine en minutos y funcione igual de bien en una comida familiar que en una cena especial, el lenguado a la brasa no falla. Una receta sin disfraces para un pescado que, por sí solo, ya lo dice todo.

Cocina sin disfraces
Cuando tienes un pescado de calidad, como el que seleccionamos en Pescadería Palacio, no necesitas muchos ingredientes ni técnicas complejas. Solo fuego, atención y ganas de disfrutar.
Encuentra tu lenguado fresco aquí y anímate a preparar esta receta la próxima vez que enciendas la brasa. El mar, servido con sencillez, es puro placer.
Sí, siempre que haya sido bien congelado y descongelado lentamente en la nevera. Asegúrate de secarlo bien antes de ponerlo en la parrilla para que no pierda textura.
La clave está en no moverlo antes de tiempo. Espera a que esté bien marcado por un lado antes de girarlo, y usa una espátula ancha o una pinza larga para sujetarlo sin romperlo.
Puedes hacerlo en una sartén antiadherente, incluso al horno con función grill. El resultado no será igual, pero el sabor del lenguado fresco seguirá siendo protagonista.

